Tras el desconfinamiento en importantes ciudades del mundo, hubo un repunte en solicitudes de “retoques” en centros estéticos.
Una de las consecuencias más inesperadas del confinamiento y el distanciamiento social ha sido un aumento en la demanda de tratamientos de medicina estética. El largo periodo de tiempo en casa ha pasado factura y el aspecto físico ha notado los síntomas del encierro, mayor flacidez, envejecimiento prematuro, más ojeras, más celulitis y más kilos. La Clínica Trevi nos cuenta cuáles son los retoques estéticos más demandados tras la pandemia.
1. Bótox. Es evidente que, con el uso de la mascarilla, la belleza y la expresión se ha centrado en la mirada. Borrar las arrugas de la frente, el entrecejo o de las patas de gallo ha sido el objetivo estético prioritario tras el confinamiento. El bótox es un gran aliado para conseguir rejuvenecer la mirada sin cirugía. Eliminar las patas de gallo y arrugas en los ojos es una de las principales aplicaciones de la toxina botulínica y donde esta técnica consigue mejores resultados. El cambio que se consigue es el de una mirada más despierta, abierta y rejuvenecida, sin signos de cansancio. Todo ello, de forma muy sutil y sin alterar la expresión natural de la persona.
2. Ojeras. El contorno de ojos es una de las principales preocupaciones estéticas en tiempos de mascarilla. Más del 50% de hombres y mujeres tiene ojeras marcadas, por ello, el tratamiento con ácido hialurónico se ha posicionado como uno de los retoques estéticos más demandados tras el confinamiento. Permite recuperar el volumen perdido, rellenar la ojera, proyectar la zona y unificar el tono, eliminando el aspecto de mirada cansada o envejecida.
3. Foxy Eyes. El uno de los retoques estéticos de moda y al que se someten muchas celebrities. Los foxy o cat eyes pueden levantar la mirada, abrirla y cambiar ligeramente la forma del ojo. Se consiguen con hilos tensores que, además de tensar, activan la síntesis de colágeno. El tratamiento puede combinarse con bótox.
4. Mesoterapia capilar. Una de las consecuencias directas de haber padecido COVID-19 es la caída excesiva del cabello. Además, el estrés y la ansiedad del confinamiento, también ha provocado una pérdida capilar alarmante, sin necesidad de haber pasado la enfermedad. Por ello, muchas personas han decidido someterse a tratamientos de mesoterapia capilar, un tratamiento que está indicado para revertir la disminución del folículo capilar. Mediante inyecciones indoloras aporta un compuesto de vitaminas, minerales, aminoácidos y Ácido Hialurónico, que favorece el crecimiento, grosor y la nutrición del cabello.
5. Tratamiento anticelulítico. Otro de los problemas derivados del confinamiento ha sido el aumento de celulitis, provocado por la falta de movimiento. El sedentarismo y la mala alimentación dificulta la circulación sanguínea y favorece la aparición de la “piel de naranja”. Además, nuevas rutinas como el teletrabajo y pasar mucho tiempo en casa, sentados o tumbados puede haber empeorado nuestras digestiones y aumentado el estreñimiento, lo que también facilita que tengamos celulitis. La presoterapia, radiofrecuencia o los masajes reductores son opciones muy demandadas en las clínicas de medicina estética.
TOMADO DE: caracol.com.co