Según explican desde la Clínica Feel Good, este tratamiento combinado con ejercicio físico es un 40% más efectivo para la pérdida de grasa.

La mesoterapia consiste en administrar de forma intradérmica una serie de fármacos específicos que disminuyen la grasa localizada, eliminan la celulitis y reafirma la zona tratada. Tal y como aseguran desde la Clínica Feel Good, este tipo de tratamientos, siempre y cuando se apliquen por médicos, ayudan a disminuir la grasa localizada en determinadas zonas del cuerpo, pero si además lo combinamos con el ejercicio físico, la efectividad mejora en un 40%.

La doctora María Amaro, directora de la clínica, explica que “las sesiones de mesoterapia duran entre diez y quince minutos. Al inicio del tratamiento son necesarias varias sesiones con una frecuencia semanal y posteriormente se van espaciando en el tiempo según la evolución del paciente”.
“La alteración de la permeabilidad, la estimulación de la lipólisis, una mayor oxigenación y una mejora y activación de la circulación son solo algunas de sus ventajas”
Complementar este tratamiento con el ejercicio físico en caso de que exista un sobrepeso en el paciente, mejora la efectividad consiguiendo unos resultados excelentes.

En mujeres postmenopáusicas y en hombres, la acumulación de grasa en la zona abdominal no sólo es antiestética sino peligrosa desde el punto de vista médico dado que implica que también existe grasa intrabdominal, por lo que la pérdida de grasa debe estar motivada, principalmente, por salud.

En cuanto a los beneficios de la mesoterapia, la doctora Amaro destaca cuatro: la alteración de la permeabilidad de las paredes celulares de los adipocitos, la estimulación de la lipólisis, una mayor oxigenación de los tejidos corporales y, una mejora y activación de la circulación local.

“Si a esto se le ayuda con una media hora de ejercicio diario o unos workouts vamos a potenciar los efectos que se pretenden conseguir”, añade.

Otra de las ventajas de la mesoterapia es que consiste en un tratamiento no quirúrgico y que únicamente requiere de la inyección de unos fármacos de forma subcutánea, por lo que no es necesario afrontar los miedos de una intervención para mejorar los resultados que se obtienen a través de un plan alimenticio.


TOMADO DE: www.consalud.es