Los expertos nos cuentan en qué consiste este tratamiento estético que cada vez tiene más demanda.
A pesar de que el concepto de belleza es algo completamente subjetivo, si nos fijamos en el rostro de algunos de los hombres más atractivos veremos rasgos comunes: mentón marcado, mandíbula bien definida, nariz prominente, pómulos marcados y frente ancha. Si la genética no te ha bendecido con un rostro así, la medicina estética puede ayudarte a conseguirlo. La técnica se conoce como masculinización facial y según los expertos se ha convertido en una de las más demandadas, junto al injerto capilar. Cada vez son más los hombres que, además de utilizar cremas a diario, acuden a clínicas de medicina estética y centros de belleza para someterse a diversos tratamientos que les ayuden a modificar algún rasgo o combatir los signos del envejecimiento. Según el doctor Ernesto Pérez, médico estético de la Clínica FEMM, «cuando hablamos de masculinización facial, intentamos, en parte, quitar el miedo de los hombres a feminizarse cuando se hacen tratamientos, y por otra parte recalcar los rasgos masculinos en aquellos que no los tengan tan marcados».
¿Qué es la masculinización facial?
La doctora Josefina Royo de la Torre, directora del Instituto Médico Láser, explica que por masculinización facial se entiende «el conjunto de maniobras terapéuticas para marcar los rasgos masculinos de una forma más rotunda, obteniendo un rostro más anguloso. Para ello es necesario dar más intensidad a los rasgos faciales del tercio medio e inferior. El objetivo es conseguir una mandíbula angulosa, cuadrada y definida, un mentón bien marcado, unos pómulos definidos y una nariz recta».
Aunque puedas pensar que es algo complicado, la masculinización facial es una técnica mínimamente invasiva y ambulatoria, que se realiza con rellenos de ácido hialurónico (aunque también se pueden utilizar otros materiales como la hidroxiapatita calcita). Es, por lo tanto, un tratamiento temporal, con sus ventajas y sus desventajas. Si no te gusta el cambio, solo tienes que esperar unos meses hasta que el ácido hialurónico se haya reabsorbido. Si, por el contrario, te gusta el resultado, tendrás que repetir la técnica cada 12-18 meses.
¿Cómo se realiza?
Es importante, en primer lugar, ponerse en manos de un buen especialista, ya que, a pesar de que sea un tratamiento sencillo y poco invasivo, debe realizarlo un médico. Desde el Instituto Médico Láser, nos explican que es esencial «estudiar en profundidad la fisionomía y disposición anatómica de las estructuras faciales del paciente, para aplicar el tratamiento en las zonas que potencian la masculinidad y virilidad del rostro y su atractivo, buscando también su simetría. Utilizamos ácido hialurónico de alta densidad inyectado en los puntos clave».
El ácido hialurónico es un producto reabsorbible, por lo que los expertos aconsejan volver a la consulta pasados, aproximadamente, 12 meses, para programar el siguiente retoque, si quieres mantener el resultado. El doctor Ernesto Pérez, de la clínica FEMM, señala que «por regla general, en el primer tratamiento se necesitará más cantidad de producto para conseguir resultados visibles y duraderos; y después para mantener los resultados con una pequeña cantidad anual será suficiente».
Masculinización facial con cirugía
Si prefieres una técnica definitiva, el doctor Riba García, médico especialista en cirugía oral y maxilofacial y director de Face Clinic, explica que hay dos tratamientos de cirugía estética que consiguen un rostro más viril: las prótesis faciales personalizadas en 3D y la rinoplastia ultrasónica. Las prótesis faciales personalizadas en 3D suponen una gran novedad en cirugía estética facial. El doctor explica que «partiendo de un escaneo tridimensional del rostro se procede a una reconstrucción anatómica con la forma y las dimensiones exactas requeridas, para luego realizar el diseño con un software específico. Aquí está la gran novedad, ya que en el mercado existen implantes faciales comerciales con medidas estándar, pero que no siempre se adaptan bien. Después, en consulta, cuando paciente y cirujano están de acuerdo con el resultado, se sintetiza e imprime en 3D la prótesis definitiva, que se coloca en quirófano con anestesia local y sedación en la mayoría de los casos. No hay cicatrices visibles ya que se colocan por dentro de la boca del paciente, y es reversible (se pueden quitar en cualquier momento si el paciente así lo desea con una sencilla intervención)».
Respecto a la rinoplastia ultrasónica, según el doctor Riba García, «es una intervención más precisa, más rápida y menos dolorosa que la cirugía tradicional y con más ventajas. Se consigue una mayor precisión, menor traumatismo, resultados más estables y naturales y recuperación mucho más rápida».
TOMADO DE: www.abc.es